Por Saidmar Contreras, Growth Manager de ekiipago
Podemos observar cómo hemos regresado al uso de efectivo en nuestras transacciones cotidianas. La diferencia es la moneda con la cual comenzamos a pagar la mayor parte de nuestras transacciones en Venezuela. A pesar de que nuestra moneda oficial continúa siendo el Bolívar, el uso de los dólares americanos como moneda transaccional de pago se ha vuelto una realidad. Las transacciones en efectivo que logramos ver en los diferentes locales comerciales, automercados, estaciones de servicios y otros son en dólares. Sin embargo, la experiencia de compra de las personas que “Pagan con efectivo” no es tan buena. La capacidad inmediata de los comercios para dar vueltos exactos y el tiempo que toma la verificación de los billetes y otros pormenores estropean el recorrido y la experiencia de compra de los clientes. Esta mala experiencia provoca la pérdida del cliente y que este prefiera dirigirse a otro local que le garantice tener el producto y el vuelto de su compra.
Muchos países de Latinoamérica y principalmente Venezuela aún cuenta con métodos de pagos únicamente locales, es decir, nuestras tarjetas de débito y crédito son para uso interno en el país. A diferencia de otros países donde las tarjetas de débito Visa y MasterCard son de uso internacional. No es de extrañarse que las personas con acceso a cuentas internacionales actualmente están utilizando sus tarjetas como herramienta de compra física en los comercios venezolanos. A pesar de poder existir un costo devaluativo asociado a la transacción, nuevamente observamos como la experiencia de un comprador puede tener mucha más relevancia que el mismo valor original de la compra.
Si bien, la pandemia ha impulsado aún más los desarrollos relacionados a Fintech, el uso de efectivo sigue siendo el principal método de pago. Esto puede estar relacionado a un punto no mencionado anteriormente, la falta de bancarización en divisas de las personas en Venezuela. Oficialmente ya es posible la apertura de las cuentas en divisas en los bancos nacionales. Sin embargo, el uso limitativo de estas cuentas para las transacciones no ha logrado impulsar de manera notoria la bancarización de este grupo de la población
En Venezuela estamos viendo un crecimiento exponencial del nacimiento de apps de pagos que permiten apoyar a los usuarios en sus procesos de compra para diferentes servicios. Podría llegar a considerarse que esto se está volviendo un océano rojo para las compañías que buscan ingresar o ya existen en este sector de pagos digitales. Sin embargo, aún ninguna es considerada como la compañía con la mayor cuota del mercado. Los retos que podemos observar para este tipo de compañías es la integración de servicios y la opción de bancarización e inclusión de personas no bancarizadas a sus plataformas.
Con las nuevas regulaciones que promueven el Open Banking y las adecuaciones tecnológicas para los distintos sectores, no es de extrañarse que el incremento de apps orientadas a pagos digitales continúe con el ritmo de crecimiento que hemos venido observando.